Simbolos
Himno Nacional
Ó Pátria, nunca mais esqueceremos
Os heróis do quatro de Fevereiro.
Ó Pátria, nós saudamos os teus filhos
Tombados pela nossa Independência.
Honramos o passado, a nossa História,
Construindo no trabalho o homem novo.
Honramos o passado, a nossa História,
Construindo no trabalho o homem novo
(CORO)
Angola, avante!
Revolução, pelo Poder Popular!
Pátria Unida, Liberdade,
Um só povo, uma só Nação!
Levantemos nossas vozes libertadas
Para glória dos povos africanos.
Marchemos, combatentes angolanos,
Solidários com os povos oprimidos.
Orgulhosos lutaremos pela paz,
Com as forças progressistas do mundo.
Orgulhosos lutaremos pela paz,
Com as forças progressistas do mundo
(CORO)
Angola, avante!
Revolução, pelo Poder Popular!
Pátria Unida, Liberdade,
Um só povo, uma só Nação!
Bandera nacional
La bandera de Angola está compuesta de dos franjas horizontales dispuestas en dos colores. La franja de encima es roja y la de abajo es negra.
Rojo: Color que representa la sangre derramada por los angoleños en las luchas contra la opresión colonial, por la liberación nacional y por la defensa de la patria.
Negro: Este color simboliza el Continente Africano.
En el centro hay una figura compuesta:
- Parte de un engranaje (rueda dentada) que representa a los trabajadores y la producción industrial.
- Un machete que simboliza a los campesinos, la producción agrícola y la lucha armada.
- Una estrella que simboliza la solidaridad internacional y el progreso.
- El color amarillo de la rueda dentada, el machete y la estrella representan las riquezas del país.
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Escudo oficial
El emblema de la República de Angola está formado:
- Por una sección de engranaje (rueda dentada) que representa a los trabajadores y la producción industrial.
- Por ramas de maíz, café y algodón que representan a los campesinos y la producción agrícola.
- En la base del conjunto hay un libro abierto, símbolo de la educación y de la cultura y la imagen del sol naciente, que significa el nuevo País.
- En el centro, están las figuras de un machete y una azada, que simboliza el trabajo y el inicio de la lucha armada.
- En lo alto, la imagen de una estrella, que simboliza la solidaridad internacional y el progreso.
- En la parte inferior de la insignia, existe una cinta dorada con la inscripción “República de Angola”.
El pensador
La escultura designada El Pensador es una de las más bellas estatuas de origen tchokwe, constituyendo hoy una referencia de la cultura inherente a todos los angoleños, por tratarse de un símbolo de la cultura nacional. Representa la figura de un anciano que puede ser una mujer o un hombre. Concebida simétricamente, con el rostro ligeramente inclinado hacia abajo, expresa un subjetivismo intencional porque en Angola, los ancianos ocupan un lugar privilegiado. Los más viejos representan la sabiduría, la experiencia de largos años y el conocimiento de los secretos de la vida.
Se cuenta que El Pensador tiene el siguiente origen: En el noreste de Angola existe el cesto de la adivinación, el ngombo y el adivinador usa pequeñas figuras esculpidas en madera, las cuales determinarán la suerte del consultante. Curiosamente, fueron estas figuras que inspiraron la de El Penador. Esa imagen es hoy una figura emblemática de Angola, que aparece inclusive en el filigrana de las notas de kwanza, la moneda nacional. Es considerada una obra de arte nativa fielmente angoleña. A semejanza de cualquier figura emblemática de un pueblo como por ejemplo, el “Zé Povinho en Portugal, el “John Bull en Inglaterra o el “Tio Sam” en los Estados Unidos, el pensador tiene origen en una “tradición inventada”.
Las primeras figuras de El Pensador fueron esculpidas en la oficina del Museo de Dundo, al final de la década de los 40 del siglo XX. En 1947, por iniciativa de Diamang, entonces Compañía de Diamantes de Luanda, fue creado en la población de Dundo un museo de arte tradicional y de colecciones arqueológicas y etnográficas. Funcionarios de la empresa, en la mayoría belgas y portugueses, contrataron artesanos locales y los incentivaron a esculpir en madera, o a modelar en el barro figuras que fueran genuinamente angoleñas, pero, al mismo tiempo, que sus formas se aproximasen de una estética que juzgaba ser más convencionales en el sentido occidental.
Hoy, se puede adquirir estatuas de El Pensador en galerías, tiendas y ferias de artesanía, en diferentes dimensiones y materiales, como recuerdo de Angola.
PALANCA NEGRA GIGANTE
La Palanca Negra Gigante (Hippotragus niger,var) es el más bello antílope africano. Lo valora aun más, además de la belleza de sus formas, el hecho de que sólo existe en Angola y en número es escaso, porque la especie está clasificada como en grave peligro de extinción (IUCN, 1996). Su caza está rigurosamente prohibida, como medida de protección.
Este bellísimo animal vive en pequeñas manadas de seis a doce individuos, frecuentando las orillas y el interior de bosques abiertos, próximas de las aguas y de los prados. Pero era frecuente verlos aislado o en parejas.
La palabra Hippotragus se deriva de la aglutinación de los términos griegos latinizada “hippo” (que significa caballo) y tragus (que significa chivo o antílope). Aunque nada tenga que ver con cualquier perissodacty (familia de los caballos), este antílope posee una cola larga y llena, un lomo erecto, orejas largas y puntiagudas y un pescuezo largo y casi vertical, que hacen recordar, efectivamente el perfil de un equino.
Una manada de palancas negras, en los bordes de los bosques que frecuentan es de los más bellos cuadros que se puede admirar en Angola, con todo esto hoy es casi imposible, a no ser en fotografías o pinturas. Después de 20 años sin ser vista, la palanca negra gigante fue redescubierta en 2005, en Kuando Kubango.
En el pasado, los cuernos de la palanca negra eran utilizados como ornamento decorativo. Extraordinariamente largos y robustos, llegan a alcanzar más de un metro y medio de longitud, formando cada vez un una semi-circunferencia por sus curvas.
Actualmente, los jugadores de la selección angoleña de fútbol son conocidos como “Los palancas negras”.
WELWITSCHIA
Welwistchia es un género de plantas jugosas, es una especie única, la famosa Welwistchia mirabilis sólo se encuentra en el desierto del sur de Angola. Esta especie fue bautizada a partir del nombre del Dr. Friedrich Welwitsch, que contribuyó al conocimiento de esta y de muchas otras plantas en el país. Debido a sus características únicas, incluyendo su lento crecimiento, la Welwistchia es considerada una especie amenazada y se convirtió en un símbolo de la cultura nacional por su resistencia y longevidad.
Es una planta que se arrastra. Formada por un tallo leñoso que no crece, una enorme raíz vertical y dos hojas apenas, proveniente de los cotiledones de la semilla. Las hojas en forma de cinta larga, continúa creciendo durante toda la vida de la planta, una vez que poseen “meristema basal”. Con el tiempo, las hojas pueden alcanzar más de dos metros de longitud y se tornan rasgadas o dispersas en las extremidades. Es difícil evaluar la edad que estas plantas alcanzan, pero se piensa que pueden vivir más de 1000 años. Tradicionalmente esta especie fue clasificada como una gimnosperma (como los pinos y plantas similares), actualmente está clasificada como una “gnetófita”, una división de las plantas verdes que producen semillas (Espermatofitas).
A pesar del clima en que vive, la Welwitschia consigue absorber el agua del rocío, a través de las hojas. Esta especie tiene también características fisiológicas en común con las crassulaceas (las plantas con flores carnudas o jugosas, como los cactos): el metabolismo ácido- durante el día, las hojas mantienen los estomas cerrados, para impedir la transpiración, pero en la noche ellos se abren, dejan entrar el dióxido de carbono necesario para la fotosíntesis y lo almacenan en forma de ácidos málico y isocítrico en las vacuolas de las células, durante el día, estos ácidos liberan CO2 y lo convierten en glucosas, a través de las reacciones conocidas como ciclo de Calvin.
La mayor Welwitschia conocida, denominada de “La gran Welwitschia”, mide 1.4m de altura y más de 4m de diámetro.
IMBONDEIRO
Árbol de gran porte de la floresta angoleña de Mayombe. Este coloso vegetal puede llegar a treinta metros de altura y posee la capacidad de almacenar, en su tallo gigante, hasta 120.000 litros de agua. Por tal razón, es denominada también, de “árbol botella”. El imbondeiro es considerado como sagrado, inspirando poesía, ritos y leyendas. Según uns antigua leyenda africana, una vez que un muerto es sepultado dentro de un imbondeiro, su alma vive mientras la planta exista. Curiosamente, este árbol tiene una vida muy larga -entre uno y seis mil años. Sólo la secoya y el cedro japoneses pueden competir con la longevidad del imbondeiro. Hay que destacar que esta planta fue ampliamente divulgada en el siglo XX, a través de la obra El Principito, del escritor francés Antoine de Saint-Éxupery.
Su nombre científico es Adansonia digitata, pero es también conocido como Baobá Africano. El imbondeiro posee un tronco muy espeso en la base, llegando a alcanzar hasta nueve metros de diámetro. Su tronco se va estrechando en forma de cono y presenta grandes protuberancias. Las hojas brotan entre los meses de Julio y Enero pero, si consigue mantenerse húmedo pueden mantenerse durante todo el año. En general el imbondeiro florece durante una única noche, en el período de Mayo a Agosto. Durante las pocas horas de apertura de las flores, los consumidores de néctar nocturnos -particularmente los murciélagos- buscan asegurar la polinización de la planta. Todo el imbondeiro sirve para la sobrevivencia del ser humano. Vale resaltar que ese árbol también se constituye una fuente preciosa de medicamentos. Sus hojas son ricas en calcio, hierro, proteínas y lípidos, para además de ser usadas como un poderoso anti-diarreico y para combatir fiebres e inflamaciones. Un polvo hecho de hojas secas se usa para combatir la anemia, el raquitismo, la diarrea, el reuma, asma, y es usado también como tónico.
Su fruto es denominado múcua. La cáscara del fruto, en forma de concha es utilizada por las personas como platos. La pulpa es la fibra de sus frutos, capaces de combatir la diarrea, disentería, sarampión y la varicela. El núcleo de la fruta combate la fiebre e inflamaciones en el tubo digestivo y sus semillas están repletas de aceite vegetal, pudiendo ser asadas y consumidas. Las raíces de las plantas jóvenes del imbondeiro, cuando debidamente cocinadas pueden servir como alimento de la misma forma que los espárragos.
Derrumbar un imbondeiro es un sacrilegio en Angola. Como respeto a la construcción y carpintería, son utilizados únicamente cuando no hay ningún otro material más adecuado. Su madera sirve para la construcción de instrumentos musicales y su núcleo produce una fibra fuerte usada en la fabricación de cuerdas y líneas.